viernes, 24 de abril de 2009

La fe de la Marea Azul no tiene límites


Después de que Avenida cayera en el primer partido de semifinales en Würzburg frente a Rivas Ecópolis, mucha gente, yo me incluyo, pensaba que la cosa se ponía muy negra y que sólo una de las hazañas a las que nos tiene acostumbrado este equipo sería capaz de darle la vuelta a la situación.


Con esas fuimos el pasado miércoles hasta Rivas Vaciamadrid, a El Cerro del Telégrafo, una pista que históricamente nunca se le ha dado bien a Avenida. Sin embargo, además de las chicas, el cuerpo técnico y la directiva del club perfumero, hay otro grupo de personas que tienen fe ciega en el equipo: la Marea Azul.


Se decía que serían entorno a 200, pero al final, vista la proporción de aficionados en la tribuna del Cerro, diría que fueron bastantes más, ya no sólo por la presencia física, si no sobre todo por cómo se hicieron notar a pesar de las dichosas bocinas que a servidor le hicieron la vida imposible.


Es verdad que las chicas hicieron lo que tenían que hacer: ganaron el partido con más corazón y garra que calidad, pero lo consiguieron; y lo hicieron llevadas en volandas por ese grupo de incondicionales que no pararon de animar hasta dejarse la voz. Por ello mi más sentida admiración para esos valientes que dejaron lo que tenían que hacer en Salamanca para hacerse dos horas de viaje para animar a sus chicas.


Y es que, que nadie me malinterprete, llenar Würzburg contra el CSKA en unos octavos de final de la Euroliga, es algo relativamente fácil, pero desplazar unos 300 aficionados hasta Madrid un día de diario en horario laboral no lo es tanto. No quito un ápice de mérito a lo primero, pero lo de Rivas fue una demostración más de que este equipo cuenta con la mejor afición de España con muchísima diferencia con respecto a los demás.


El sábado estoy convencido de que Würzburg será de nuevo una caldera axfisiante para las madrileñas. Ellas ya saben lo que se van a encontrar y nuestras chicas son conscientes de que ésta es una de esas grandes ocasiones en las que no se puede fallar. El público también lo sabe, y por eso abarrotará las gradas del coliseo perfumero para llevar en volandas a nuestro Perfumerías Avenida a una nueva final de la Liga Femenina donde ya espera Ros Casares. Que tiemble Carma Lluveras, porque le va a tocar visitar otra vez el pabellón de Würzburg...

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