martes, 13 de enero de 2009

Las aventuras de un periodista deportivo

PARTE II: "ZARAGOZA Y LA SEU D'URGELL"
“¡Mira Toti, ahí está Ayala!”. Acaba de salir del vestuario y con los ojos bien abiertos observa perplejo el calentamiento del Real Zaragoza. Es el canterano Carlos. A cinco metros, Braulio me quita el micrófono y se presenta a sí mismo. Lo solía hacer en Salamanca junto a su amigo Vela. Nos atiende y con su sonrisa esconde su malestar. Después de la entrevista me confiesa que su enfado es colosal. Pienso que saldrá enrabietado en la segunda parte. Marcelino le ha enfadado. Y mucho. Malo, muy malo para la Unión...
Llega el impecable Pascual, con la vestimenta de los domingos en los pueblos. Se acerca a Braulio y charla con él distendidamente. Si no le pidió clemencia, se equivocó. La música ameniza la conversación: “Y nadar mar adentro y no poder salir...”. Suena Mar Adentro, de Héroes del Silencio. Canción premonitoria de los noventa minutos siguientes. En la música tienen tantas estrellas como las que admiraba Carlos cinco minutos antes.
Los periodistas maños hablan maravillas de la Plaza Mayor de Salamanca. Para uno que ya se siente charro, es todo un orgullo representar tanta belleza. Pero en La Romareda (en ruinas por fuera; grandioso por dentro) se va a jugar un partido de fútbol, y uno de los responsables de prensa del Zaragoza me advierte de su desconocimiento de la Unión. Con el once inicial en la mano, reconoce: “Sólo conozco a Quique Martín. Por cierto, ¿este Toti es el famoso?”. Se ríe. No con desprecio, o por lo menos yo no lo percibo. Le digo que son currantes del fútbol, que tienen ilusionada a una ciudad y que se fije en Jorge Alonso. Me retiro de esa conversación pensando que los chicos de Amaral tienen mucho mérito...
Empieza el partido. Me sitúo en el fondo donde ataca nuestra Unión (al hacer inalámbrico te sientes parte del fútbol profesional: percibes el cansancio, el ruido al golpear el balón, los nervios, las voces de los jugadores...). En la primera parte me siento orgulloso de la Plaza Mayor y del equipo de fútbol. En La Romareda dejan de sonar Amaral, Bunbury y compañía y les sustituye una melodía continua llamada silbidos. En la segunda mitad, cada vez veo más lejos a Dañobeitia, Quique Martín o Cohen. Mientras, Braulio celebra su gol de forma efusiva. Marcelino le había enfadado...
Antes de volver al hotel, el entrenador asturiano y los periodistas aragoneses elogian al Salamanca y me entristece -y mucho- ver los ojos llorosos del gran Pelegrín. En la zona mixta, Carlos y Oliveira atienden a la vez a los medios. El primero me diría después: “Cobra más que todos nosotros juntos. Lo que daría por ver tantos ceros en mi ficha...”. Todo llegará, Carlos...
El domingo amanece -para mí- aún de noche. Tres horas separan Zaragoza de La Seu D’Urgell. Al llegar al pabellón, sufro el segundo robo de micrófono en apenas 20 horas: Jordi Aragonés quiere entrevistar a Petra Stampalija. Pero un grito rompe la normalidad de la previa del primer partido del año: “It’s breaking!” El aro está roto. Antes han jugado niños de 8 años. 2-0 han ganado los benjamines de La Seu (el autor de la única canasta debe de ser un héroe en el municipio ilerdense). Está claro que ellos no son los culpables. La reparación del aro fracasa. El encuentro comienza con retraso y con canastas colgantes.
Los entrenadores y las jugadoras también están escuchando la retransmisión de la SER. Estoy narrando casi dentro de la pista. En el pabellón sólo se escuchan tres voces: la de José Ignacio Hernández, la de Víctor Lapeña y la mía. No es una situación cómoda. En momentos como éste siempre recuerdo diez palabras que Manolo Lama pronuncia cada cinco minutos: “Esto es ‘pa’ listos niño, ‘pal’ que le echa cara”. La emoción por la igualdad entre el Perfumerías Avenida y el Cadí La Seu aparta cualquier halo de timidez. Y en nuestro afán por innovar, por primera vez acabamos un encuentro en sintonía de Hora 14. A Avenida aún se le hace más tarde: Anke e Isa se demoraron demasiado en hacer pipí para el control antidoping.
El regreso es de más de 800 kilómetros. Tarde de Carrusel y noche con Joserra, que me recuerda que el Salamanca ya no es el líder. No importa. Seguimos en Primera. Y yo quiero hacer inalámbrico en más estadios de Primera. Y quiero que el otro Carlos (el canterano), con muchos ceros en su nómina, diga dentro de unos meses con el rostro perplejo: “¡Mira Toti, ahí está Messi!”.
Carlos Andrés Llamas
Los operarios del Cadí La Seu intentan arreglar la canasta averiada. Abajo, nuestro compañero de la tele Jorge Riesco con el micro de la SER. Juan Aguado quería hablar con él y yo aproveché para hacer la foto. Para que luego digan que nos llevamos mal con la competencia... Ahí se ve lo cerca de la pista que estaba mientras narraba el partido.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muxas gracias x acernos llegar estas anecdotas. Enhorabuena. Esto vale mas q cualquier columna de opinion d un periodico. esto es periodismo en estado puro!!
muxas gracias y hala union

Anónimo dijo...

Carlos, ¿no eres salmantino????

Anónimo dijo...

Muy bueno. Gracias.

Anónimo dijo...

Carlos, eres grande tio!!!
por cierto, lo del finalizar con hora14, con una prórroga ajustada, no se, la actualidad manda???
sigue contando tus anécdotas, así nos hacemos a la idea de lo que se enfrenta un gran periodista deportivo (sufrimientos y alegrías)

Anónimo dijo...

Lo del canterano Carlos simboliza como es este Salamanca. Es un jugador que está en el lider (o estaba) y que se queda alucinando al ver ayala y compañía. Tenemos que estar con ellos a muerte porque se lo merecen. hala unión.

Anónimo dijo...

Carlos,eres una bellísíma persona,como el resto del equipo de radiosalamanca.pero tú eres especial,desprendes mucha humildad y saber estar.GRACIAS.